miércoles, 12 de marzo de 2008

“Una visión Sistémica de la Investigación Científica”

EL PLANTEAMIENTO TEÓRICO

La apertura de las fronteras disciplinarias

El marco teórico, si actúa con rigidez en el proceso de investigación, puede comportarse como un factor limitante en el desarrollo del conocimiento; en consecuencia, tal vez resulte conveniente trabajar con un planteamiento teórico que de apertura a la construcción de objetos de estudio no sólo desde el punto de vista disciplinario, sino también interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario (ver Haidar, 1998).

«Lo disciplinario implica que la disciplina se constituye desde problemáticas específicas, a las cuales contesta con desarrollos teóricos, premisas y modelos diversos y procurando establecer límites con las otras. Lo multidisciplinario se constituye con la integración de investigadores de varias disciplinas en torno a un proyecto. Lo interdisciplinario se genera cuando el mismo objeto de estudio se constituye desde varias disciplinas. Lo transdisciplinario, cuando una disciplina cruza la reflexión teórica de varias disciplinas...» (Haidar, 1998: 118). La investigación interdisciplinaria se produce en dos niveles, en primer grado, cuando se articulan dos disciplinas y, en segundo grado, cuando son más de dos disciplinas y el objeto de estudio es más complejo (Haidar, 1998).

Immanuel Wallerstein (1997), a propósito de las fronteras disciplinarias, escribió: “ser histórico no es propiedad exclusiva de las personas llamadas historiadores, es una obligación de todos los científicos sociales. Ser sociólogo no es propiedad exclusiva de ciertas personas llamadas sociólogos sino una obligación de todos los científicos sociales. Los problemas económicos no son propiedad exclusiva de los economistas, las cuestiones económicas son centrales para cualquier análisis científico-social y tampoco es absolutamente seguro que los historiadores profesionales necesariamente sepan más sobre las explicaciones históricas, ni los sociólogos sepan más sobre los problemas sociales, ni los economistas más que otros científicos sociales activos. En suma, no creemos que existan monopolios de la sabiduría ni zonas de conocimiento reservadas a las personas con determinado título universitario” (1997: 106).

Por quienes tomaron conciencia de lo anterior, están siendo superadas las estructuras disciplinarias que han cubierto a sus miembros con una reja protectora, y ahora se alienta a cruzar las fronteras. Los prerrequisitos disciplinarios se están descomponiendo en algunos espacios académicos. En este sentido, por ejemplo, la categoría “valor social” puede ser abordada desde la axiología, la antropología, la sociología, semiótica, lo que da lugar un estudio reflexivo, crítico y creativo, hasta “reelaborar” una definición operativa aplicable a la construcción de un determinado objeto de estudio (Taipe, 2000a). Del mismo modo, en el análisis de la cultura ya no hay fronteras rígidas entre la filosofía, la antropología, la semiótica, la sociología, la pedagogía y la literatura (Arriarán, 1999).

Los estudios macro, como los de una cuenca, demandan la intervención de equipos multidisciplinarios. Lo que está claro para nosotros es que la división tripartita entre ciencias naturales, ciencias sociales y humanidades ya no es tan evidente como otrora parecía. Además, ahora parece que las ciencias sociales ya no son un pariente pobre, de alguna manera desgarrada entre las dos clases polarizadas de las ciencias naturales y las humanidades: más bien han pasado a ser el sitio de su potencial reconciliación. Por último, la transdisciplinariedad es ilustrada por el ejemplo siguiente: cuando se conjuntó la historia con la biología dio origen al evolucionismo.

El abordamiento del cuerpo de conocimiento existente

El planteamiento teórico es construido también sobre la base de un estudio meticuloso del cuerpo de conocimiento existente (llamado también, por otros estudiosos, “fondo” o “marco epistémico”), aplicando en todo instante una buena dosis de vigilancia epistemológica y duda científica, identificando las coincidencias, aproximaciones o distanciamientos teórico-metodológicos entre diversas escuelas y autores, asumiendo una posición con respecto a dichos marcos epistémicos.


DESDE EL ENFOQUE SISTÉMICO: “LA SISTÉMICA”

¿Que es la sistémica?

Considerar que la realidad está formada por sistemas y subsistemas, no es ni más ni menos que una forma de ver esa realidad a la que nos invita la Ciencia de los Sistemas o Sistémica. La realidad no entiende de esas cosas, tiene una forma natural de organizarse a la que nosotros, para comprenderla, decimos que se constituye en sistemas. Un sistema no es más que una parte de la realidad que se puede delimitar y que tiene características propias de funcionamiento interno.

Sistémica es la ciencia (como principio de abordamiento científico) que estudia, en su complejidad, todos los elementos de un sistema y sus interrelaciones, construye modelos y simula con ellos, permitiendo tomar las decisiones óptimas para mejorar los escenarios futuros del sistema real.

Para ello se vale en primer lugar de un equipo multidisciplinar de analistas sistémicos y en segundo lugar toma como herra­mientas las de distintas ciencias y entre ellas la Investigación Operativa.

Al experto en Enfoque Sistémico se le denomina Sistémico, lo que implica pasar de especialista a generalista a través del conocimiento de la Sistémica. Se dice que el todo es más que la suma de sus partes. Esto simplemente quiere decir que de la integración de elementos en un sistema surgen propiedades nuevas. La palabra “sistema” tiene principalmente dos acepciones, como medio o manera usados para hacer una cosa, y como conjunto que contribuye a determinado objeto.

Son ejemplos de sistemas a los que nos referimos, el sistema solar, sistema métrico decimal, sistema experto, sistema operativo, sistema nervioso, etc. Llevamos a cabo el análisis de los sistemas y construimos modelos de los mismos para aproximarnos a su comprensión. Rápidamente nos damos cuenta de una regla general que nos dice que todo sistema contiene subsistemas y que a su vez, el sistema principal estudiado es subsistema de otro. Por tanto, lo primero que debe hacerse es decidir qué sistema va a estudiarse y delimitar claramente cual es su frontera. Después detectaremos qué subsistemas contiene (los más importantes, los determinantes), para posteriormente hallar los elementos del sistema que poseen estas mismas características; luego veremos cuales son las relaciones internas de estos elementos (variables que generan e influyen).

Si consideramos las variables endógenas (las que se producen en el interior del propio sistema), no es menos importante tener en cuenta las exógenas (las de los sistemas colindantes) y que de una u otra forma se introducen en el sistema estudiado e influyen. Tradicionalmente ha habido más preocupación por detectar las variables endógenas, simplemente porque se consideraba que podíamos influir sobre estas y nada o poco sobre las exógenas. En ocasiones, al proceder al análisis de un sistema, nos sumergimos demasiado en el mismo y nos olvidamos de otra regla fundamental de los mecanismos de los sistemas, y es la importantísima influencia entre sistemas colindantes.


A veces se produce el solapamiento entre sistemas yuxtapuestos. Este solapamiento no tiene porqué ser simplemente físico (cuando es difícil de delimitar la frontera), sino que puede ocurrir a través de variables intangibles que surgiendo de estos sistemas yuxtapuestos (de ambos o de uno hacia el otro), acaban influyendo de manera determinante al sistema próximo. Este fenómeno suele producirse principalmente en sistemas vivos, en los que la característica de estar más o menos abiertos es muy importante, y a la que habría que añadir la dinamicidad implícita en los mismos.

Como los seres vivos, los sistemas nacen, crecen se reproducen y mueren. Debido a patologías o peculiaridades propias, algunos sistemas no llegan a crecer ni a reproducirse, y mientras unos mueren nada más nacer otros parece que son eternos.

Metodología sistémica

Es el relativo a la consideración del conocimiento, desarrollo, la aplicación, el estudio del método o métodos mediante los cuales abordar los problemas en los que la presencia de sistemas es dominante. En realidad, la metodología sistémica pretende aportar instrumentos con los que estudiar aquellos problemas que resultan de las interacciones que se producen en el seno de un sistema, y no de disfunciones de las partes consideradas aisladamente. El análisis de un sistema consiste en su disección, al menos conceptual, para establecer las partes que lo forman. Sin embargo, el mero análisis de un sistema no es suficiente; no basta con saber cuáles son sus partes. Para comprender su comportamiento necesitamos saber cómo se integran; cuáles son los mecanismos mediante los que se produce su coordinación. Necesitamos saber cómo se produce la síntesis de las partes en el sistema.

Por ello, en el estudio de un sistema, tan importante es el análisis como la síntesis. El énfasis en la síntesis distingue la metodología sistémica de las metodologías científicas más clásicas de análisis de la realidad, en las que se tiende a sobrevalorar los aspectos analíticos por oposición a los sintéticos, mientras que en la metodología sistémica se adopta una posición más equilibrada. Tan importante es el análisis, que nos permite conocer las partes de un sistema, como la síntesis, mediante la cual estudiamos cómo se produce la integración de esas partes en el sistema.

El especialista en sistemas, al que se conoce también como sistémico, al estudiar un cierto aspecto de la realidad analiza cuáles son los distintos elementos que lo forman, al tiempo que trata de especificar cómo se produce la integración de esos elementos en la unidad del problema que está analizando. Por tanto, para él, tanta importancia tiene el todo —el propio sistema— como las partes, y al considerar al sistema como una unidad lo hará sin perder de vista las partes que lo forman, pero al considerar las partes, no perderá de vista que son eso, partes de un todo.

La metodología sistémica suministra también un lenguaje que aporta nuevas formas de ver los problemas complejos. Las herramientas que aporta la dinámica de sistemas -desde los diagramas de influencias hasta los modelos informáticos- nos van a permitir ver los sistemas que pueblan nuestro entorno mediante una óptica diferente que nos descubrirá aspectos en los que posiblemente no hayamos reparado y que, de este modo, nos permite alcanzar una visión más rica de la realidad.


Trabajo planteado por:

Eugenio González Aquino
investig@der.una.py